“Zona de otros días”, zona de memorias en la sombra donde hay un solo dios, la madre; memorias de atardeceres transparentes y fogatas(…)
Y es cuestión nomás de andarse buscando: en la palabra, en el gesto, en el recuerdo que pelea en los mismos establos de la muerte, “recuerdos para estar volviendo cuando muera”. “La mitad de lo que soy me anda buscando entre geranios y monedad amarillas, memorias nuevamente, memorias de padre y hermano, de cometas y espejos rotos, memorias que leen las cenizas y guardan cuentos infantiles junto al fuego(…)
Plántese usted lector, amante de la Poesía, ante esta “Zona de otros días” y deje que sus poemas le sugieran o le acerquen lo que quiso decir el autor; lo demás corre por su cuenta, y eso es lo que vale…
Héctor David Gatica.