DILEMA DE LA NIÑA
Empañaba el espejo
con su aliento
y así
podía verse
como todos le decían
que había sido
cuando joven
COMO UNA BELLA MUJER
Irrumpe
una botella
en una mesa
como si fuera
una bella mujer
y altera
-como una bella mujer-,
todo lo que fluye,
y como una bella mujer
quizás lo deje fluir
otra vez.
EN LAS PUERTAS
En las puertas
de esa casa olvidada, señora,
yo juré por mí, por todos los santos,
que no dañaré cigarras,
que no partiré semillas,
que no cavaré fosas,
y lo hice por amor, señora,
porque usted cree,
porque usted cree de verdad
que cielo, tierra y agua
son una misma cosa.
CON SUS LOCAS VIRTUDES
Con sus locas virtudes
llena mi vacío terrenal
con sus escritos
en las puertas
en los pantalones
en las medias,
toda una mensajería que,
a veces, me desborda;
ella quiere en su ausencia,
que haga cantar al bosque
que llene todos los guijarros
y que todos, danzando
pidan por su presencia.
SABIDURIA CONSTELADA
Sabiduría constelada,
mujer de diapasón,
cuerda tensa;
si cantas
no me huyas.
Yo soltaré los vidrios
que rompió la tormenta
tu, cantando
mis heridas
UNIONES
Nos unieron los follajes,
tu piel que no reconocía la caricia,
y esa música que se fue creando
más allá de los músicos
y de los mercaderes.
Caminatas en el día, besos en la noche
y mis dedos, siempre en la cortesía,
enredaban tus cabellos, trenzaban flores,
y te dejaban partir por las calles
entre dichosa y despreocupada,
entre esbelta y eterna,
entre bella y puntual, relámpago mío,
atardecer discreto, diurna y nocturna,
campana y laberinto,
Ya no hay tinieblas, hemos combatido
blasfemias, infamias y nostalgias.
Así ganamos las playas azules y el mar.
Los negros sueños fueron olvidados.
Estamos aquí, bajo jazmines y estrellas,
mojándonos, sumergidos en la lluvia,
con las puertas cerradas
y un manojo
de vida o de llaves
en las manos.
DESAYUNO
Debes recostarte.
Has trabajado
y has parido
más de la cuenta.
La soledad que a veces
se incorpora a tu espalda
no es solo tuya,
es de todos.
Recuerda, todo pasa.
Mañana diremos; ¿recuerdas?
y habrá que rendir cuentas
por almas conocidas y perdidas.
Descansa, duerme.
Yo estaré a la espera
con mi amor imperfecto
y la mesa servida