Un pequeño incendio
ha acabado con los poemas
que te escribí durante esas tardes
de interrogantes vacíos.
Hundo mis manos en la negrura.
Busco doncellas de Orleans
en las cenizas.
“Dioses de Agosto” Virginia Swang
Al resumir el número de veces
que pensé en suicidarme creo que perdí
la cuenta del número de vidas
que necesitaria para tanto suicidio.
Así son los resúmenes.
Trozos de espejo que al unirlos
no nos reflejan.
“Dioses de Agosto” Virginia Swang
Estoy sentado en el banco del parque.
Cuento las hojas pegadas
al silencio del lago.
Yo tampoco tengo a donde ir.
“Dioses de Agosto” Virginia Swang
Camino XI
Acudo como un ermitaño hasta
tu piel organizada para quedarme
un par de siglos.
Para desabrochar las lágrimas de tu celda
y llenar con ellas un cuenco en el que
las nubes se detengan para mirarse.
Acudo para envejecer así.
“El caminante de hojalata” Virginia Swang
Camino XVII
Mis ojos descansan el la colina
junto a un árbol que ha dejado de soñar.
Me queda mucho viaje por recorrer
y apenas sé nada de él,
ni de mí,
ni de la profundidad de las cicatrices
que amontona el viento.
Busco entre sollozos el final del abismo.
“El caminante de hojalata” Virginia Swang.
Camino XII
Vivo en castillos rotos.
Mi reloj ha dejado de funcionar
pero sé que es la hora del desayuno.
Un niño me observa desde la otra
mesa mientras dibujo pequeños jardines
en las servilletas del hotel.
La soledad es esto,
tiempo sin esperanza.
“El caminante de hojalata” Virginia Swang.
nacido en Sant Quirze Safaja (Barcelona) el 23 de noviembre de 1970.
Galardonado con el primer premio de relato “Joan Mercader” de Castellterçol, finalista del I concurso de micropoesía “Jaume Roig” de Callosa d’en Sarrià. Con poemas publicados en el libro “Tusitala” de la escuela de escritores de Madrid y un relato publicado en el libro “Un lugar donde vivir” de la colección nuevos narradores bajo la edición de Clara Obligado.