Argentina:
«Poesía Latinoamericana» Argentina-Venezuela, es una antología que continúa con la serie emprendida hace años con poetas de Perú, Cuba y México y son las voces de los poetas de éste país, que por su madurez estética y estilística, componen lo que podría llamarse el corpus de la poesía argentina actual.
Ese corpus, configurado por una sólida obra individual de cada uno de ellos, también representa la inclusión de la totalidad de los mismos en las antologías nacionales e internacionales que han aparecido en los últimos veinte años, las revistas de poesía y literatura, y quienes, sin tener favores de la crítica oficial, han recogido de catedráticos, medios culturales especializados y lectores, la mayor difusión, debido en gran parte a la militancia en la palabra con sus ediciones individuales y colectivas, abarcando un amplio espectro nacional, dado sus diferentes lugares geográficos de nacimiento y sitios en los que han desarrollado sus vidas y sus obras. Son las voces que en el género poético y también en otros, no han quedado sumidos en literaturas de orden regional, al amparo de paisajes o remanidos sentimientos, tampoco se han sumado a la pléyade de poetas que escriben a una «moda», o «modismo», que supuestamente pretenden dictar cánones, sino que aún con estilos muy diferenciados, trabajan sobre temáticas de carácter universal, que van desde lo cotidiano hasta lo trascendente en segura búsqueda de la palabra que los muestre en toda su dimensión, manteniendo sus personalidades.
Se han consignado apenas un par de líneas sobre la obra de cada uno, pero en Internet, quien tenga interés por cualquiera de ellos podrá obtener una visión más amplia.
La característica buscada por los antologadores, ha sido privilegiar a quienes aparte de su obra poética, incursionan o han incursionado en otros géneros como la narrativa, el ensayo, el teatro y quienes ejercen la docencia, habiendo incorporado a sus cátedras a otros autores que los de la currícula, avanzando en una actualización permanente.
Se ha tenido en cuenta a quienes han respondido a la invitación y a los que de una u otra manera, pertenecen a nuestra generación y se encuentran relacionados con la «Asociación Poesía de Rosario», «Ediciones Juglaría» y la «Revista Internacional Poesía de Rosario», aclarando mediante este párrafo que quienes hemos seleccionado a los autores incluidos, lo hemos hecho desde la arbitrariedad que supone nuestro saber, puesto que por supuesto hay muchas otras voces de calidad, que sin embargo, por diferentes razones, contratos, etc., han declinado nuestra invitación.
Guillermo Ibáñez/Reynaldo Uribe
Rosario, Argentina, Agosto de 2008.
Venezuela:
15 VOCES
El territorio de la poesía venezolana permite delinear dos miradas. Poesía cuya madurez se instala en un paisaje (afuera) y en un bucear en las sombras. Esta ambivalencia, muy propia de un país absolutamente tropical, al decir del poeta Eugenio Montejo, abrevia el camino de la creación, en tanto que dialoga sin obstáculos con los diversos accidentes espirituales y geográficos con que cuenta el poeta.
Otrosí: En Venezuela, las llamadas vacas sagradas de las letras comparten con los más bisoños. No existe una línea que separe a las distintas generaciones, por mucho que la fama haya pasado por el lomo de los egos. Por eso, en esta pequeña muestra aparecen nombres de consagrados y nombres de poetas muy jóvenes, pero que han alcanzado el respeto de los más cercanos al cielo. No hay .entonces-serranía, otero, cordillera o llanura que no comprenda la presencia de quienes crean, re-crean o se solazan en las palabras, objetos para alcanzar la redondez de los sonidos.
Son quince las voces que transitan con este pasaporte. Son quince los poetas que se revelan en esta breve antología, papeles en mano para dejar sentado que Venezuela es un país de poetas, más que de narradores o ensayistas. Es un compartir donde el país que vislumbramos en los textos sigue vigente en su anecdotario íntimo y personal.
Si bien, como dice Hanni Ossot, el poeta habita el dolor y éste es del tamaño de la cicatriz, los que respiran en estas páginas han sabido trabajarlo, hacerlo parte de esa angustia diaria que, pese a saltos mortales, deja lugar para otras reflexiones.
La poesía venezolana, tan latinoamericana, continúa su camino. Anda y desanda, se contradice, como toda imagen y se borra, también, como toda imagen.
En esta aventura, la que nos brindan estas páginas compartidas, quedan las huellas de muchos que aquí no están. Todos los que aquí respiran saben que la palabra, la voz y el silencio, se edifica con la ausencia, con la lejanía, con el desdén, con los afectos, con los ríos interiores, los tranquilos y los desbocados.
Los poetas que aquí aparecen son también un accidente geográfico. Un salto espiritual, un pálpito, un espacio donde la indagación tiene y tendrá razón de ser.
Estas páginas vierten la presencia de creadores de distintas épocas. No ha querido el antólogo indagar sobre movimientos, escuelas o temas. La intención ha sido favorecer a quienes de alguna manera poco aparecen en antologías o publicaciones generalmente utilizadas por quienes son harto conocidos. Los aquí presentes .conjurados o no. Forman parte de una hermosa aventura. La poesía lo es en la medida en que tenga piel y alma: que sea sensible al silencio.
Alberto Hernández